Uno de los principales retos a los que se enfrenta cualquier empresa que monta una tienda online es la de nutrir de buenas imágenes a sus productos. En ocasiones se piensa que todo es el diseño de la página pero no se tiene en cuenta que ningún diseño lucirá bien si la imagen que la acompaña no es de calidad, tanto en productos o categorías, como en banners y otros elementos gráficos que componen la web.
Qué duda cabe que la fotografía es la mejor forma de transmitir como es nuestro producto y nuestra tienda al cliente. Y es que la fotografía es un elemento crucial en la venta. Según estudios, el 74 por ciento de los clientes que no compran online, no lo hacen porque les da miedo que el producto no sea el mismo que se ve en la web. Y del 80 por ciento de las devoluciones el 35 por ciento lo hicieron porque la fotografía era engañosa.
Es evidente que una inversión en fotografía no es económica. Tanto si se hace de manera interna, o bien externa. El coste de un servicio de fotografía profesional puede rondar los 100 euros por tirada, es decir por una sesión de unas 3 horas y dando lugar a unas 100 fotos, y se cuenta con la ventaja de que quien lo realiza es un fotógrafo profesional, especializado en tiendas online y evidentemente no habría que invertir en material para el set.
¿Una mala fotografía en ecommerce o que no haya foto?
Ante esta pregunta, muchos se plantean si es mejor poner una mala foto o no poner. Evidentemente lo ideal es poner una buena foto. Se suele pensar que es mejor poner una mala que no poner foto, sin embargo, estudios demuestran que es mejor no poner fotografía que poner una mala fotografía, aunque depende bastante del sector. Es evidente que en el mundo de la moda la fotografía juega un papel mucho más fundamental que en sectores donde la imagen no es tan importante como en informática o papelería.
A la hora de presentar las fotos siempre lo ideal es contextualizarlas, es decir que si por ejemplo se van a vender manteles estos aparezcan ya en una mesa o bien que para moda aparezcan modelos portando la ropa o calzado. Tampoco hay que pasarse, porque pueda ser que una parte del atrezzo le interese al cliente, y si este no puede ser vendido es contraproducente.
En el tema de la alimentación por ejemplo no es lo mismo vender productos de primera necesidad que vender productos gourmet. Las fotos de una sidra o un vino en una bodega nunca deben tener el mismo contexto que fotos de un producto que se venda sólo como necesidad en un supermercado.
Desde Vimana360 podemos siempre recomendarte algunos fotógrafos especializados en e-commerce con los que la tasa de conversión se disparará.